En la comarca nororiental de la provincia de Málaga, y a tan solo 13 km de nuestra casa rural “La Cañada del Sacristán”, se alza sobre una loma y con la vega a sus pies, la localidad de Archidona, con un esplendido pasado histórico que ha dejado un espectacular patrimonio tangible e intangible. Todo ello dió lugar a que fuese declarado conjunto histórico-artístico en 1980. La belleza de sus espacios naturales, tales como la Hoz del Arroyo Marín y las Lagunas de Salinas, así como las sierras centinelas que la rodean, sus hermosas plazas como la “Ochavada”, sus calles encaladas, sus iglesias, su museo, sus ermitas y antiguas mezquitas (algunas con casi mil años de antigüedad), hacen de la atalaya de Archidona uno de los pueblos más bellos de la provincia.
Para entusiasmar a propios y visitantes también cuenta con una legendaria Semana Santa, en la que importantes pasos llenan la calle de arte, historia y tradición, conservando algunas peculiaridades muy interesantes y enseres e imágenes de gran valor histórico y artístico. En la primera mitad del siglo XVI comienzan a surgir en Archidona las primeras cofradías y hermandades. En aquel principio, el fin de las mismas no era sólo el dar culto, sino facilitar ciertos servicios benéficos, como la asistencia a enfermos o proporcionar un entierro a sus hermanos. Entre estas cofradías encontramos las de Madre de Dios, la Pollinica y otras de nombres casi interminables, que incluso poseían hospitales donde se auxiliaba a los necesitados. Con el tiempo, las cofradías irían ganando en aceptación en la villa, aumentando el número de hermanos y adquiriendo el rico patrimonio artístico que hoy disfruta y comparte con los viajeros que les visitan.
La Semana Santa de Archidona es la pervivencia en el tiempo (casi cinco siglos en algunos casos) de esas primeras cofradías y de gran parte de sus imágenes, enseres y tradiciones, configurando una importantísima herencia cofrade, por su antigüedad y extraordinaria calidad, que es vivida por la localidad como la principal, la mas vivida y compartida de sus actividades del año.
Al igual que en otros lugares, en Archidona se celebraban numerosas ceremonias auspiciadas por las congregaciones religiosas establecidas en la localidad, así los pregones “de madrugá” en Santo Domingo o de la Columna, en los que un resuelto predicador se dirigía a los fieles, o el del Descendimento en Santa Ana, en el que se escenificaba este momento de la Pasión. La “Embajá” del Ángel es una de estas ceremonias que aún tiene lugar en nuestros días cada Miércoles Santo en la Iglesia de la Victoria, y todo ello acompañado de viejas tradiciones como la de los campanilleros.
Algunas tradiciones que no puedes perderte de la Semana Santa en Archidona.
El Apostolado: Sección compuesta por doce miembros, con el rostro cubierto y ataviados con túnicas, sandalias, cinturones de esparto y coronas de espinas, que portan una cruz a hombros con el nombre de un apóstol inscrito. A cargo del grupo se sitúa el Sampedro y un ayudante, el San Matías (ambos sin cruz). Dentro de la propia procesión, el apostolado lleva a cabo un completo ritual, profundo y vivido por los actuantes y los asistentes a la procesión.
El Campanillero: Sin duda, la figura más representativa. Es un grupo de hermanos que - con el acompasado y rítmico sonido de estos instrumentos - encabezan las distintas procesiones. Sus orígenes se vinculan a la leyenda de una congregación de ermitaños que – en el siglo XVI - cada Viernes Santo acudían desde un paraje cercano a la localidad haciendo sonar campanas.
La “Embajá” del Ángel de la Cofradía del Huerto es una representación sacra del momento evangélico en que un ángel reconforta a Jesús en el Huerto de los Olivos.
A.O.S. www.canadadelsacristan.com