lunes, 2 de septiembre de 2013

El Shangri-La está en Málaga


     


Que Málaga es una de las provincias mas montañosas de nuestro país lo demuestra las mas de dos horas que disfrutamos para recorrer los aproximadamente 70 kilómetros de vías de montaña desde la comarca Archidonesa del interior, donde el Cortijo La Cañada del Sacristán se ubica, hasta las escarpadas laderas del termino municipal de Sedella, donde se emplaza una singular bodega "Sedella", sobre una cima con unas vistas prodigiosas al parque natural de Sierra de Tejeda y Almijara (reino del águila imperial que sobrevuela nuestras cabezas), y por otro al azulado mar Mediterráneo.
Tras conocer otras bodegas de ciclópeas dimensiones, lo primero que llama la atención es lo reducido de su tamaño, la sencillez y estudiados diseños de sus instalaciones. Con ella trabajando este nuevo proyecto desde el 2006, está abierta al visitante desde hace aproximadamente un mes (estamos en septiembre 2103), y denota aún la falta de terminaciones en el exterior e interiores, y otros detalles, pero mostrando lo que en una bodega venimos a visitar, lo esencial, sus viñedos y su vino. 

Fuimos maravillosamente atendidos por María Jesus, a la que seguimos por los viñedos y la bodega mientras daba entusiastas explicaciones del entorno, la vides centenarias aún por cosechar, el proceso del vino y el interior de la bodega donde puede hacerse una degustación o preparar una fiesta con amigos y acompañarlo con un suculento ágape.

En este paraíso terrenal habitado por hombres que son capaces de trabajar unas tierras casi indomables, se halla la felicidad permanente reflejada en unos campos de vid trabajados con animales de tiro y la sabiduría de hombres, que dirigidos por el propietario han sacado un caldo principalmente con la uva autóctona “Romé” y la uva “Garnacha” tinta,  y que a nuestro parecer es excelente: un vino tinto crianza, denominación de origen Sierras de Málaga y Ecológico, donde sus notas principales para un apasionado aficionado son: su color granate intenso, delicioso aroma y especiales notas a madera y frutas rojas con un paso contundente y aterciopelado, que nos ha dejado el gusto de volver a repetir el próximo año. Enhorabuena.

Queremos seguir conociendo la trayectoria de un proyecto que ilusiona a todos los que disfrutamos del trabajo responsable en el medio natural, e invitamos a los viajeros que comparten similares inquietudes a que no dejen pasar la oportunidad de visitar este paraje y esta bodega. El trabajo que se está haciendo allí bien se lo merece.

Dejo la dirección de su página web para empezar a hacer boca.


Buen provecho.

Antonio Ojeda Sordo
Cortijo La Cañada del Sacristán